Abono orgánico ideal para todo tipo de cultivos
La materia orgánica que se utiliza para hacer la composta está hecha con 3 materiales orgánicos diferentes, el 60% cascajo de café, 30% vástago de plátano y el 10% restante agua.
Una vez teniendo los preparativos necesarios, se mezclan los materiales y se tapan con un plástico negro para que se fermenten los compuestos, para esto se cuenta con buenas condiciones de humedad, temperatura, carga bacteriana y sobretodo aireación, lo cuál se le da vuelta de manera manual cada 2 días con el fin de que escapen los gases tóxicos.
Pasado los 15 días, se vierte el sustrato en los contenedores y después se extienden las lombrices sobre la cama para que empiecen a procesar el alimento que comen. Las lombrices realizan este trabajo a la mitad de la altura a plena oscuridad porque el sol les lastima ya que respiran por la piel. Todo el alimento que procesan las lombrices se van hasta abajo de las camas, así como también el lixiviado que producen.
3 meses después, se hace la cosecha del lombriano, que consiste en separar y sacar el abono que produjeron las lombrices. Antes de cosechar se pone melaza para que salgan a comer las lombrices a la superficie para así poder recolectarlas y pasarlas a una nueva cama con el fin de que ahí empiecen a comer un nuevo sustrato. Una vez teniendo la mayor parte de lombrices fuera, se recolecta todo el abono de la parte de abajo, se extienden en camas y palea para que se asolee y se sequé el abono, para así tener el producto final con textura terrosa.
Es apto para cultivos ecológico, se puede emplear en cualquier momento del año y en dosis excesivas, no perjudicaran a la planta.
Un solo gramo de humus contiene 2 billones de microorganismos benéficos.
Nutre las plantas de forma balanceada a la vez que mejora las características fisicoquímicas del terreno.
Es un producto inocuo, sin presencia de patógenos y que pueden ponerse directamente en contacto con la raíz.